LEYSON PONCE
Caracas – Venezuela
Doctorado en Filosofía y Arte desde septiembre 2013 en la Universidad de Salamanca, España. Maestría en Estudios Avanzados de Filosofía en la Universidad de Salamanca, España 2012-2013. Maestría en Gestión y Políticas Culturales, egresado de la Universidad de Girona en España 2003-2005. Estudios Superiores en Composición Coreográfica en la prestigiosa Folkwang Hochschule en Essen, Alemania (1992-1995). Licenciado en Artes, Mención Artes Escénicas de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido merecedor del Primer Premio de Danza de la Fundación Carlos Eduardo Frías por su Tesis de Grado “Hacia una Dramaturgia del Movimiento” Premio Mejor Coreografía Concurso Internacional de Cagliari, Italia en 1993. Premio Municipal de Danza 2002. Es Director Artístico de la Compañía Dramo Dramaturgia del Movimiento.Premio Patrimonio Cultural de Venezuela 2006 por el Ministerio de la Cultura.
“La danza implica una meditación acerca del cuerpo, de ese lugar desde donde se proyecta el transcurrir de nuestra existencia.
`El hombre es ese animal singular que se contempla vivir, que se confiere un valor´- nos dice Paul Valéry, poeta que bastante meditó acerca de la danza -.
Yo vivo, yo existo y me observo a mí misma viviendo dentro de esta estructura epidérmica que me contiene. Al mismo tiempo el cuerpo me protege, me da concreción, me sitúa en relación a los otros, me ofrece un punto de vista...El cuerpo no es solamente el límite de piel que me resguarda en mi soledad. Es también contacto, abertura hacia los otros y hacia lo otro como fuente amorosa de conocimiento.
La piel, superficie sensible, es también materia irradiante, sabia, que magnetiza con la danza.”
Sanoja Sonia.
Bajo el signo de la danza. Monte Ávila Editores, Caracas, 1992.
La presente unidad currícular COMPOSICIÓN COREOGRÁFICA I ha sido elaborada desde la concepción del aprendizaje práctico filósofico en
estudios dirigidos a estudiantes de danza de la Mención Intérprete.
Se ha
integrado dentro de la práctica de la danza contemporánea como un concepto que
intenciona y conforma una propuesta experimental
creativa con múltiples reflexiones y significaciones. Bien sabemos lo complejo
de la conceptualización de lo que es crear en la danza, pero desde el cuerpo que
tenemos al cuerpo que somos: hay puentes tangibles, aún cuando Platón diferencia
cuerpo y alma como realidades antagónicas. Por ello, del Mito de la Caverna retomo la necesidad filosófica de traer el
conocimiento como luz a la oscuridad, es decir el rol del pedagogo, el que
enseña para la vida y no del profesor que instruye, principalmente porque en la
creación se debe fomentar la autonomía creadora.
Existen maravillosas experiencias y teorías sobre el cuerpo como
la Euritmia, la Expresión y Esquema Corporal, la Biodanza, Dalcroze, Alexander,
Bartenieff y Laban, entre otros. Todos ellos nos han permitido escribir una
historia de la liberación del individuo a las múltiples trabas de la vida y de
las significaciones que hacemos de ella.
Este deberá ser un proceso de
enseñanza/aprendizaje enfocado en la
experimentación corporal basada en la construcción de sentidos. A su vez,
esto nos confrontará en la necesidad de dialogar
expresando, concientizando, el proceso creativo en las respuestas individuales y grupales de los
estudiantes cuando accionan con las ideas a través del cuerpo y el movimiento y
se lleven a cabo transformaciones psíquicas y corporales. Lo
importante es rescatar la naturalidad y sensibilidad de cada alumno y una
vez con la confianza en mano, apuntar a nuestros objetivos para experienciar un
recorrido didáctico que nos vuelva objetos y sujetos de las propuestas y
desafíos planteados.
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